jueves, 24 de abril de 2014

EL CUENTO COMO SUBGÉNERO NARRATIVO

Origen
Los orígenes del cuento literario se remontan al cuento popular, a los mitos, las leyendas y la vida de los trovadores.

La temática
Los temas abordados por los mismos se centran alrededor de un episodio, un suceso insólito que se presenta en su punto culminante, dejando de lado  introducciones detalladas.  A partir de ese momento de gran intensidad se camina rápidamente hacia el desenlace, que no siempre presenta una solución definitiva a la problemática planteada. Frecuentemente el cuento tiene un final abierto, y es el lector quien tiene la tarea de plantearse las hipótesis del caso y buscar la salida.
Por lo general, los cuentos presentan un individuo o un grupo enfrentado a otros grupos o a la sociedad.  El conflicto presentado, en apariencia insignificante, va más allá de lo individual y permite su generalización y el descubrimiento de valores existenciales fundamentales.

Definición y aspectos formales
Las características del cuento se pueden resumir con los términos condensación y síntesis, es decir, se construye como evento único, preferentemente también con espacio y tiempo narrado único, con pocos personajes que evolucionan dinámicamente hacia el desenlace final.  La condensación también se detecta en la preferencia por la trama y no por la psicología de los personajes.
Los recursos narrativos que emplea el cuentista obedecen  a la necesidad de síntesis, por lo tanto evitará las extensas descripciones, la detallada ambientación y caracterización de los personajes.
El narrador se sitúa como observador distanciado, no siempre omnisciente y presenta los personajes y el desarrollo de la historia en presentaciones escénicas, es decir, evocando las figuras en acción.  Se dejan de lado los diálogos extensos y se observa una marcada preferencia al uso de símbolos.  Adquieren gran importancia los títulos, los principios y finales de los cuentos.
Dada la brevedad del cuento, el lenguaje cobra una importancia mayor que en narraciones extensas, por lo tanto,  el autor no se puede permitir digresiones[1].  La sintaxis se caracteriza por su sobriedad[2]. En lo referente al nivel estilístico empleado es medio, es decir,  que no hay uso rebuscado del lenguaje.
Se podría resumir diciendo que el cuento es el arte de la omisión.

Las funciones
El público y las funciones del cuento varían en el transcurso de la historia.
El cuento medieval y renacentista tienen un público cortesano y urbano mientras que el cuento moderno se escribe para la burguesía.
La función ha sido siempre doble:  enseñar y deleitar, teniendo en cuenta que cada una ha adquirido diferente importancia,   de acuerdo a las diferentes épocas y autores.
En la  actualidad el cuento ya se dirige sin discriminaciones al público lector en general y procura divertir y/o enseñar según el temperamento y la voluntad de los autores.






[1] Digresión.  Efecto de romper el hilo del discurso y de hablar en él de cosas que no tengan conexión con aquello de que se está hablando.
[2] Sobrio.  Despojado de adornos innecesarios o de otras características que lo hagan llamativo o exagerado.

1 comentario:

Este video es una adaptación del clásico "Romance del Enamorado y la Muerte" realizado por alumnos de primer año de Bachillerato d...